miércoles, 26 de agosto de 2015

La herbolaria prehispánica desde un punto químico

Bernardino de Sahagún, Martín de la Cruz y Francisco Hernández, hombres ilustrados del siglo XVI, dejaron constancia de los conocimientos que los antiguos mexicanos tenían de la naturaleza y el cuerpo humano, las enfermedades y la terapéutica, en especial de la herbolaria. Gracias a sus obras, hoy día conocemos al menos 1647 plantas usadas hace 500 años, además, permitieron conservar conocimientos ancestrales, obtenidos empíricamente por observación y el largo método experimental de acierto-error, que junto con el pensamiento mágico religioso se integran en la herbolaria indígena. Algunas especies ampliamente utilizadas desde la época prehispánica y que cuatro siglos después se continúan usando en la medicina popular mexicana, lo cual demuestra la persistencia del conocimiento transmitido oralmente puesto que estos textos han permanecido inéditos durante siglos y solo recientemente empiezan a difundirse. Algunas de estas plantas estudiadas en el Instituto de Química de la UNAM son: Montanoa tomentosa (cihuapatli o medicina de mujer), Casimiroa edulis (cochitzapotl o iztactzapotl, zapote del sueño o zapote blanco), así como de Datura spp (“Toloaches”) y Psacalium decompositum (Matarique). Dichos estudios indican que estas plantas contienen compuestos con actividad farmacológica que explican racionalmente, ya sea en todo en parte, sus antiguas aplicaciones médicas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario