miércoles, 26 de agosto de 2015

¿Sabias que?

Nuestros antepasados aztecas desconocieron el estudio de la unión del hueso entre sí. No establecían distinción entre arteria y venas a las cuales llamaban ¨ezcotli¨, generalmente aunque si aplicaban el nombre de¨ ezcocopitzactli¨ a los vasos más delgados. A las articulaciones las denominaban ¨ zaliuhyantli¨. Los nahoas dieron nombre a las principales articulaciones de los miembros y a los diferentes segmentos del cuerpo, y algunos órganos y viseras.



La fisiología entre los antiguos mexicanos.

Los antiguos mexicanos tuvieron una idea elemental de las diversas funciones que ocurren en el organismo. Se dieron cuenta de la circulación de la sangre, por virtud de un signo exterior cardiaco, la pulsación de la punta del corazón, y de la circulación de las arterias.
Tenían ideas rudimentarias acerca de la digestión y del aparato donde esta se llevaba a cabo.
A los mexicanos antiguos no le pasó inadvertida la causa real o aparente de algunas enfermedades y comprendieron como por ejemplo, la influencia determinante del frio para contraer el reuma o el catarro.
Llamaron ¨cocolli¨ a las enfermedades en general, supieron también que unas enfermedades se transmiten por contagio y les dieron el nombre de ¨cocoliztli¨. Esta observación la recogieron probablemente en el curso de las epidemias o ¨temoxtli¨.

Enfermedades del aparato digestivo.

Distinguían algunos síntomas pertenecientes a las enfermedades del tracto digestivo, como la sialorrea o “chichitl”, y los vómitos o “nezotlaliztli”, distinguiendo a la vez las siguientes variables: los que tenían flemas “alahuac”; babas “istlactli”; y sangre “eztli”.
Dieron también nombre propio a la enteritis, la oclusión intestinal y las parasitosis intestinales, entre los síndromes describían la disentería o “tlecoaciuiztli”.



Enfermedad del sistema cardiovascular.

En este aspecto de la medicina, conocieron y nombraron algunos síntomas, el dolor precordial o “yollotencualiztli”.
Se puede decir otro tanto de las modificaciones que pudieron observar en los caracteres del “tecuica” o pulso.



Enfermedades del aparato respiratorio.

Se conocen algunos síntomas como: la hemoptisis “piapiazquetzaliztli”; la tuberculosis también llamada “tetzauhcocoliztli”.
Diversas enfermedades del aparato respiratorio tuvieron asimismo, nombre propio: el catarro nasal o “tzonpiliniztli”, la bronqutis o “tlatlaxiliztli”.



Enfermedad de la piel.

Se conoce en esta etapa a los lunares, se conocían con el nombre de “tlaciuiztli”, el prurito o “cuecuetzoquiliztli” y “teococoliztli”: enfermedad de los dioses o enfermedad sagrada a la elefantitis.
El término genérico de “zahuatl” se aplicaba a varias enfermedades con lesiones en la piel: el de “chincual” a la urticaria y “xiotl” a la psoriasis.



Enfermedades del sistema nervioso.

Conocieron la locura propiamente dicha de la cual distinguieron 2 formas, la grave o furiosa o “tlahuillilocayotl” y la discreta o “xolopeyotl”.
Por lo regular suponían como causa de las formas de locura muy activas, al envenenamiento por “toloatzin” o toloache.
La nomenclatura que usaron se refiere a los síndromes y a la evolución de la enfermedad, pues llamaron “cocototzauhqui” a las hemiplejias; “tlanquatzocotlic” a las paraplejias, “vilatzin” a las paralisis avanzadas o agravadas e “ixpoliuhqui” a las parálisis de una manera general, a la epilepsia “huapahualiztli”.



Aparato sexual masculino

Al órgano masculino le llamaron “yulli”, a la impotencia le llamaron “totomiauiliztli”, nombraron también como entidades separadas a la blenorragia, chancros y a los bubones.

Aparato sexual femenino

Es posible que allá discriminado diversas especies entre los padecimientos de tal grupo. Al órgano femenino lo llamaban “cuichil”.

Enfermedades infecciosas
También conocieron el “tabardillo” o “tifo”, y algunos lo identificaban como “maclatezahuatl”, el sarampión era llamado “tepitonzahuatl” y la viruela “hueyzahuatl”.

La sífilis fue ampliamente conocida y en su etapa terciaria se aconsejaba el tratamiento por medio de baños de vapor.


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